jueves, 27 de enero de 2011

C´est notre chanson


Yo ya sabía que tu ternura era un lugar seguro
cuando tu cuarto se vistió de pétalos y velas,
y tu cuerpo, en silencio, me cantaba al oído:
refúgiate en mi castillo, Elena.

Fuiste capaz de cambiar septiembre por noviembre,
de hacer callar los maullidos pasados,
de alojarme en tu tejado para disfrutar
de un vértigo incontrolable en el estómago.

Poco a poco me dejaste entrar en tu mundo,
donde siempre somos caprichos de Madrid...
Y entre abrazos y besos de arácnidos
comenzaste a cerrar mi cicatriz.

Tú.
Mi universo.
Mi aire y mi tiempo.
De la dama, mi caballero.
Mis sueños de un hombre despierto.
Mi treinta y seis...


... Mi dueño.

miércoles, 5 de enero de 2011

Porque el cielo es del color de las hormigas

El silencio nos gobernó a todos.
No éramos capaces de mirarnos a los ojos: el dolor era demasiado intenso como para dejarle que se adueñase de nuestras lágrimas.
En primera fila una mujer mayor gritaba herida. Tú te desvanecías permaneciendo quieta, agarrándote a esos brazos gruesos, mirando al infinito de ese soporte de madera. Y entre tanto sollozo corrompido mis manos se alargaban para intentar rescatarte de todo aquello, para elevarte y mostrarte otro mundo que no fuera el de esta realidad. Realidad ruín y despiadada.
Mis esfuerzos por llegar a tu lado se veían distraídos por el colorido semblante de las flores que esperaban a reunirse con ella, y tan sólo deseaba que sintieses que siempre he estado y estaré a tu lado.

Hoy hablamos por teléfono, y entre murmullos y caricias me dejabas entrever que seguías tu camino, que seguías siendo fuerte. Y es que sigues siendo aquella niña que jugaba con hormigas y compartía sonrisas.



El cielo es del color de las hormigas.
http://www.youtube.com/watch?v=Dgw4_TqxJf0&feature=fvsr

Estoy realmente orgullosa de tu corazón valiente.Te quiero.