martes, 15 de diciembre de 2009

Tour Eiffel

Quisiera abrazarte con mis manos pequeñas, torpes.
Quisiera, tal vez, convertirme en el flash de aquellos ojos que miran, pero que no te observan.
Quisiera, estúpida ironía, alejarme de ti, para poder echarte de menos y poder escribirte un sinfín de recuerdos.
Tú: Testigo de momentos, te convertiste en personaje principal de este primer fragmento.
Cuento de un final siempre incompleto.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Carrusel

Y el mundo seguirá girando, como un Carrusel que va en una sola dirección, sin prisas, sin lamentaciones, sin mirar hacia atrás. El galope de sus pies mostrarán nuestras ilusiones de niño, toda aquella inocencia perdida con la que soñamos volver a resucitar. Tal vez tan sólo quede la esperanza de volver a ser guerreros y princesas de cuentos de hadas, deseando que nunca pare nuestro circo, que las luces eléctricas nunca se vayan a apagar.


Paris es un lugar mágico, sin duda...

sábado, 28 de noviembre de 2009

Flash

Mi alma se convierte
en cámara fotográfica
cuando cruza el Sena.
Siente los raíles gritar,
y en la orilla,
los poetas cantan sus penas.
Mis ojos pestañean
al compás de acordes,
melodías inéditas
del temblor del hambre,
la astucia o la inocencia.


lunes, 2 de noviembre de 2009

Quieta. Observando. Dudando

¿Cuál es el sueño de los que están despiertos?

Quiero de nuevo parar el tiempo, suspirar, desaparecer.

No conforme con el momento que me invade,

con las críticas de tristes hombres, miserables.

Quiero permanecer quieta, sin amagos permanentes,

sin lanzar si quiera una lágrima austera, pertinente.

¿Existen suspiros sinceros en este espacio infinito?

Callan cobardes sonrisas de hipócritas lamentaciones,

errores cometidos por furtivos domadores de caricias,

de gestos que no soportan más contemplaciones.

Mi alma grita agua escarchada de invierno, ardiente,

y calma los interrogantes que remarcan heridas,

preguntas huérfanas, sin patria, sin presente.



lunes, 26 de octubre de 2009

tropiezo con nuestro mar

A veces tropiezo con nuestro mar, pretendiendo rescatar del pasado susurros sinceros, desdichados. Siento envidia de mis propios recuerdos, al contemplarme sentada en tu sal, en tu desierto de arena, donde el mundo gritaba poemas de pasión, y sonreía con su inocencia a la vida.
A veces pretendo renombrar al olvido, y rescatar errores cometidos por vergüenza, por juegos de niños en busca de soldados y princesas, tristes o contentas, pero valientes en sus hazañas, sinceras. Y así me mostré. Siempre. Por siempre.

A veces no sé si es el destino quien remarca mi presente, quien inunda mis cabellos o agita mis miedos al olvido, incomprendiendo nuestros temores, reevindicando nuestros pequeños momentos. Momentos eternos, perennes.

Seré tubérculo en busca de sueños.
Seré,tal vez, cebolla que llora, que ríe o simplemente... duerme.

Bonjour, Paris

A las ocho de la mañana Paris despierta entre el galope de los pasos que inunda el metro. Mis botas arrastran el sudor de la lluvia que recorre mi cuerpo en cada amanecer, nubloso. Mágico.


Silenciosa me traslado a mis sueños, al placer de los pequeños momentos, al lugar donde no se para mi tiempo, donde todo siempre permanece... inmovible, quieto.


Paris y sus gentes corren, gimen, arañan todo lo que encuentran a su paso, quebrando los timidos suspiros que les muestro, como un actor sin escenario, resucitando mis creencias, y haciendo que mis torpes pies caminen con ritmo, pero sin sentimiento.


Son sus segundos meros animales que aprietan los dientes, y muerden ambiciosos la línea recta entre lo irreal y lo coherente, fantaseando con ser futuros guerreros del mundo, héroes.


Y yo, mientras pronuncio mis más absurdas melodías, escribiré poemas de melancolías y desgarradoras ilusiones altivas, perennes.


sábado, 17 de octubre de 2009

Flor de Invierno

No se pueden deshojar las flores de invierno sin que caiga el otoño a tus manos. El frío contempla todos mis movimientos y, temprano, excita el sol mi cálida juventud, ya pasada. Arrastran mis pies esos años olvidados y proclaman, gritando, que es este soldado quien cayó en el olvido, siendo nunca perdonado.
Suspiro.
Quiero salir de esta falsa primavera que ahoga mi corazón con polen y horas muertas. Quiero que esta soledad desordene mi cabellera, sonreir, y dejar de ser maldita princesa. Anhelante de cuentos y destructoras promesas.



miércoles, 30 de septiembre de 2009

Seul

En penumbra. Como el susurro de murciélagos de la noche, dispuestos a abatir sus alas de acero.

En silencio.Como el río de nervios que recorre mi cuerpo, que palpita buscando un surco en el océano.
Una vez más. Me observo, esta vez desde cerca. Lejos de todo aquello que fue mio, que era nuestro. Sola, entre fonemas incomprensibles, entre tonos de voz orgullosos, bohemios.

Vine para gobernar castillos y sueños, y encontré mi piel aislada de recuerdos.



Sí, Paris no tiene dueño...

jueves, 10 de septiembre de 2009

Confesión. Escena

En escena, mujer de pie, con camisón, frente al público. Al fondo, una silla tirada en el suelo, rota. La mujer tiene en la mano una pata de la silla, punzante, manchada de sangre. Sus manos también están manchadas de sangre.

MUJER: (con la cabeza agachada, cantando una nana).”No llores mi niño, no llores más. Si cierras los ojos todo pasará. Si el lobo te asusta, y quieres llorar, canta fuertemente y pronto se irá. No llores mi niño, no llores más. Si cierras los ojos todo pasará. Si cierras los ojos todo pasará”. (Mira al público, silencio). Te dije que ahora no era el momento, te lo dije, pero nunca me haces caso. En cuanto se te da un poco de libertad te crees que puedes hacer lo que te da la gana. No me pidas perdón, estoy ya cansado. Me tienes muy pero que muy cansado. Me agotas con tantos lamentos. (Junta los dedos como si fuese a dar una calada a un cigarro). Todavía sigo sin entender cómo me pude casar contigo. La verdad es que parecías inteligente, sabías cómo provocarme. Pero claro, mona y lista no entraban en el mismo paquete, no. No se te podía pedir tanto. Suficiente tenías con ir arrimando tu culito respingón a cualquiera. Apuntabas maneras, sí. (Escupe) Joder que asco. Si es que no sabes hacer nada, absolutamente nada. (Mueca) Bueno, sí, follar no se te da del todo mal. Si no que se lo pregunten a todos los que te has tirado a mis espaldas. Que te crees que soy tonto, pero soy más listo que tú, mucho más listo. Oh vaya, la putita ahora se pone a llorar. ¿Qué pasa, que te avergüenzas de ser una puta? Porque eso es lo que eres, un jodida puta. (Dibuja en el aire el contorno de una figura) eh, dame un besito. Te he dicho que me beses. Mírame y bésame. (Llanto de niño de fondo). A ver…(Alarga la mano) Te estás poniendo cachonda. (Da un paso al frente). Cómo te gusta abrirte de piernas, zorra. Mírame. No me quites la vista cuando te hablo joder. Que me mires. (Llantos de niño de fondo, aumentan). ¿No me entiendes cuando te hablo? Pues me vas a entender bien sí. Vas a entender quién pone las reglas aquí, que parece que todavía no te han quedado claras. (Gira la cabeza a un lado, descubriendo sangre en la cabellera) Ven aquí. ¿A dónde te crees vas? (Aumentan los llantos) Ven aquí ahora mismo, te vas a enterar de lo que es bueno. Vas a aprender a obedecerme. Hija de puta, cuando te pille te mato, te juro que te mato. (Llantos)¿Pero a dónde te crees que ibas, te crees que te puedes librar de mí tan fácilmente?(Golpea con la pata al aire sucevamente)... Esto por desobedecerme... Esto por no saber hacer las cosas bien...Esto… (Se va haciendo oscuro. Los llantos han ido aumentando hasta el punto en que se deja de distinguir la voz del llanto, de pronto Mujer pega un grito. Silencio).

Se distingue la silueta de una mujer apoyada en la pared, siendo obligada por un hombre.

MUJER (Canta): ”No llores mi niño, no llores más. Si cierras los ojos todo pasará. Si el lobo te asusta, y quieres llorar, canta fuertemente y pronto se irá. No llores mi niño, no llores más. Si cierras los ojos todo pasará. Si cierras los ojos todo pasará”.

lunes, 31 de agosto de 2009

Cenicienta se confunde con mis pasos

Todo quedó debastado.

Todo menos tu ausencia.
Pretendo acoplar mi ignorancia

con algunas hojas secas.

Suspiros de rosas muertas...

A lo lejos, un ciclón viene atemorizado,

ríe y llora por momentos,

suspira y sigue llorando.

Intenté entender el entendimiento,

pero callo, por remordimiento de engaños.

De tu mano, Cenicienta

se acostumbra a ser muñeca de trapo,

quiere arrebatarte sus sueños,

tú le tiras del brazo, y colérico,

aprietas el gatillo...

Disparo.


Alguien se acerca, despacio...

Cenicienta se confunde con mis pasos...