domingo, 23 de octubre de 2011

Triste princesa

La princesa está triste,
¿qué tendrá la princesa?

La princesa no encuentra respuestas,
la princesa llora y gime cuando encuentra
en otros ojos el alma del poeta.
La princesa tiñe de magenta
sus pómulos blancos y se sienta
a esperar a un caballero humilde... pero espera.
La princesa se desespera.
La princesa deja de ser princesa,
se convierte en asno, en lluvia, en pena,
la princesa se busca a tientas.
Y el llanto no cesa.


Y los suspiros se escapan
de su boca de fresa...

4 comentarios:

  1. La princesa tiene que levantarse y dejar de esperar...no se lo merece, no se merece pasear por las largas estancias de su castillo entre lágrimas. Lo que no saben los demás es que la princesa es fuerte, la princesa tiene alma de Amazonas, indómiota, libre...y al final...abandonará el silencio del castillo y se adentrará sin brújula y sin mapa en el bosque :) Todas lo hacemos cuándo se trata de volver a encontrar el camino... y lo que nos brinda la vida y lo que nos obsequia la suerte cuando somos tan valientes de empezara ha andar a la intémperie...siempre es MARAVILLOSO. Sé que ese es tu destino, sé que encontrar tesoros y dejar de esperar es tu destino...y no lo sé solo porque así lo desee para tí o porqué te quiera muchísimo...lo sé porque llevas la luz de lo que es especial en la mir(h)ada :) Te quiero princesa!!!

    ResponderEliminar
  2. ¡Fabulosa pirueta de intertextualidad! ¡Bravo!

    ResponderEliminar
  3. Hola, sólo queria saludarte y preguntarte si te conozco realmente, ya que he visto que sigues mi blog, gracias por seguirme de todas maneras y nada solo decirte que ahora estoy reformandolo. Saludos

    ResponderEliminar
  4. Me recuerda tanto a la historia de Penélope. Siempre pensé que si algún día me encuentro con una versión actual, no dudaría un instante en decirle a ella que ya no quedan Ulises en esta ciudad.

    Abrazos miles!

    ResponderEliminar